Mitad novela, mitad documento periodístico, el periodista y escritor Truman Capote sorprendió al mundo con su novela A sangre fría, de 1966, donde se narra el brutal asesinato de cuatro miembros de la familia Clutter a manos de dos ex convictos mentalmente desequilibrados (Dick Hickock y Perry Smith). Los sucesos fueron reales y tuvieron lugar en Holcomb (Kansas) en 1959. En 1967 llegó la película. Fue dirigida y escrita por Richard Brooks (La gata sobre el tejado de zinc) y obtuvo cuatro nominaciones a los Oscar.
La novela no deja indiferente a nadie. Quizás en ocasiones peque de ser demasiado descriptiva y detallista, pero con eso consigue que conozcamos bien a los personajes y que el relato nos hiele la sangre. La película se centra más en la investigación criminal y no ahonda tanto en cómo era la familia Clutter, descritos muy superficialmente en el film. Detalla más la psicología de los asesinos. Por eso cuando llega el momento del asesinato, de gran realismo en el libro, la película nos deja cierta sensación de indiferencia. Esto se debe a que la familia Clutter era una familia bondadosa, que nunca había hecho daño a nadie. Además, vivían en un pueblo en el que nunca pasaba nada, por eso el crimen impactó tanto en la América de la época. Estos detalles la película los pasa por alto y hace que parezca un asesinato más.
Este capítulo de la novela está descrito con mucho realismo y rozando la maestría, haciendo que seamos testigos de la masacre que ocurrió en aquella casa. En el libro es todo mucho más agresivo, la película se queda corta. Y eso que la fotografía de Conrad Hall crea la atmósfera correcta.
La película comienza con un montaje paralelo y rápido que nos muestra, por un lado, los quehaceres diarios de la familia Clutter y, por otro, a los dos asesinos que están preparando los detalles para dar el golpe (ellos creen erróneamente que en la casa hay una caja fuerte y se quieren hacer con el dinero sin dejar ningún testigo vivo). Esto es muy fiel al libro, que narra también paralelamente.
Sin embargo, de los dos criminales, el que mejor está descrito en el film es Perry Smith. Mediante el uso de flashbacks conocemos el pasado del personaje, un pasado que le hace ser un inadaptado, solitario y soñador personaje. Con talento para el arte, ya que dibuja y toca la guitarra, sus piernas lisiadas le hacen ser un marginado. La vida del otro ex convicto, Dick Hickock, está menos explicada. Son sus personalidades desequilibradas por sus circunstancias personales las que les llevan a cometer el crimen.
Con todas las debilidades que a mi juicio tiene el film es una buena adaptación, teniendo en cuenta que es una novela muy compleja. A su favor diré que la dirección es correcta, la fotografía es magnífica y el montaje es acertado. Se notaba la influencia de la nouvelle vague en el cine americano de los años 60.
EDUARDO M. MUÑOZ
Este capítulo de la novela está descrito con mucho realismo y rozando la maestría, haciendo que seamos testigos de la masacre que ocurrió en aquella casa. En el libro es todo mucho más agresivo, la película se queda corta. Y eso que la fotografía de Conrad Hall crea la atmósfera correcta.
La película comienza con un montaje paralelo y rápido que nos muestra, por un lado, los quehaceres diarios de la familia Clutter y, por otro, a los dos asesinos que están preparando los detalles para dar el golpe (ellos creen erróneamente que en la casa hay una caja fuerte y se quieren hacer con el dinero sin dejar ningún testigo vivo). Esto es muy fiel al libro, que narra también paralelamente.
Sin embargo, de los dos criminales, el que mejor está descrito en el film es Perry Smith. Mediante el uso de flashbacks conocemos el pasado del personaje, un pasado que le hace ser un inadaptado, solitario y soñador personaje. Con talento para el arte, ya que dibuja y toca la guitarra, sus piernas lisiadas le hacen ser un marginado. La vida del otro ex convicto, Dick Hickock, está menos explicada. Son sus personalidades desequilibradas por sus circunstancias personales las que les llevan a cometer el crimen.
Con todas las debilidades que a mi juicio tiene el film es una buena adaptación, teniendo en cuenta que es una novela muy compleja. A su favor diré que la dirección es correcta, la fotografía es magnífica y el montaje es acertado. Se notaba la influencia de la nouvelle vague en el cine americano de los años 60.
EDUARDO M. MUÑOZ
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