lunes, 6 de diciembre de 2010

TAMARA DREWE (2.010) de Stephen Frears


Tamara Drewe es una comedia romántica del director británico Stephen Frears. Una comedia estupenda y animosa de quien otrora obtuviera un gran reconocimiento con películas  tales como Las amistades peligrosas (Dangerous Liason, 1.988) o The Queen (2.006). Naturalmente el film presenta una factura propia de quien ostenta profesión, madurez y experiencia en el mundo del celuloide, pero en lo que aquí respecta, no se trata de un trabajo destacable ni mucho menos acreedor de críticas sobresalientes.

Se nos cuenta la historia de una periodista, Tamara Drewe (Gemma Arterton) que después de varios años, regresa, con su nariz operada, atractiva y urbana, a su pueblo natal, donde vivió sus primeros escarceos con Andy Cobb (Luke Evans), un chaval que, ahora, ha vinculado su vida a las labores del campo. Su llegada despierta el interés de los hombres, el de Nicholas Hardiment (Roger Allam), un maduro escritor de contrastado éxito; el de Andy Cobb su compañero de adolescencia; y el de un archiconocido batería de un famoso grupo de rock, Ben Sergeant, interpretado magistralmente por Dominic Cooper, con quien vive un romance desatado y pasajero.

En el juego de estos tres romances se desenvuelve una trama salpicada de chispazos cómicos que mueven a la gracia pero que, sin embargo no aciertan a convocar las carcajadas limpias. A pesar de estas virtudes, el guión y la trama, no dejan de sorprendernos por su insistente superficialidad. Los elementos cinematográficos se ordenan hacia el mero entretenimiento sin otra pretensión de más calado. Hay además un tufillo intelectual que acartona la atmósfera y la distancia de los espectadores. El devenir de los sucesos acontece desde el refinadísimo prisma de un elenco de escritores que representan el centro de actuación. Desde esta perspectiva el director penetra, banalmente, en las capas oscuras de los sentimientos, el amor y la atracción, el sexo y la infidelidad, así como en la tentación que se queda al alcance de la mano.

Esta adaptación cinematográfica de un comic del mismo nombre firmado por su autora Posy Simmonds, nos recuerda las comedias que tan buen resultado le han dado al director americano Woody Allen. Su influencia está presente y vemos los mismos líos amorosos protagonizados por escritores, artistas, y gentes de semejante cepa, que se enfrentan a los mismos problemas, a las mismas contradicciones y que, en definitiva, les llevan a rayar los síntomas de la neurosis y de las inseguridades psicológicas. La película Tamara Drewe nos hace pasar un rato divertido, agradable y ameno y donde la risa contenida se convierte en la protagonista de esos 111 minutos de metraje. 

ANTONIO MARTÍN DE LAS MULAS.

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