Estamos ante una película brillante. Después de Regreso al planeta de los simios (1970, Ted Post), un film imperfecto, llegó esta tercera entrega donde los aciertos superan considerablemente a los errores, si es que los tiene. En ella, Zira, Cornelius y el doctor Milo viajan al pasado de la Tierra huyendo de la guerra que al final de la segunda entrega enfrentaba a simios y humanos con la consecuente explosión del planeta. No voy a negar lo inverosímil que resulta que el viaje interestelar lo realicen desde la nave de Taylor (Charlton Heston) que, recordemos, estaba estrellada en el mar y con pocas posibilidades de ser arreglada. Pero, ¿acaso esta minucia importa algo dentro de un conjunto tan bien hilvanado?
La segunda entrega abandonaba drásticamente las alegorías que nos dejaba su primera parte para sacar pecho ante las escenas de acción que quizás algunos echaran de menos en el film de 1968. En Huída del planeta de los simios no se continúa errando de tal modo y su espíritu está emparentado con el inicio de la saga. No hay aventuras sino una fábula amarga sobre el futuro del mundo, como en el film de Franklin J. Schaffner. De hecho conforme van avanzando los minutos, la película se va tornando más y más oscura.
Es muy evidente el paralelismo argumental de ambos films. Si bien en El planeta de los simios unos astronautas aterrizaban en un planeta que resultó ser la Tierra en el futuro, aquí quienes se estrellan pero en el pasado de nuestro planeta (la película se desarrolla en 1973) son los tres simios, quienes son llamados por las autoridades los simionautas. A partir de aquí, las situaciones son como en el primer film, pero a la inversa. Los simios son encerrados en jaulas, como también le sucedió a Taylor, y la sorpresa es mayúscula para los humanos cuando descubren que estos peculiares chimpancés pueden hablar y son inteligentes. Y del mismo modo que en la primera parte los únicos simios que ayudan a Taylor fueron precisamente Zira y Cornelius, en esta ocasión éstos reciben la simpatía de dos psiquiatras humanos.
Zira (Kim Hunter) y Cornelius (Maurice Evans) están más creíbles que nunca. Sus personajes son las víctimas y los verdugos los humanos y la simpatía que producen no se diluye en ningún momento gracias a un buen trabajo de guión de Paul Dehn, autor, entre otros muchos, del libreto de James Bond contra Goldfinger (1964, Guy Hamilton). No hay que olvidar que también hay lugar para el humor, lo que ayuda a reforzar dicho efecto de simpatía hacia los chimpancés, sobre todo en la secuencia en la que ambos se visten con ropas humanas. El espectador se identifica con ellos, al contrario que en las otras entregas, debido a la “humanidad” con la que están construidos dichos caracteres. Es más, el final da verdadera pena.
Zira (Kim Hunter) y Cornelius (Maurice Evans) están más creíbles que nunca. Sus personajes son las víctimas y los verdugos los humanos y la simpatía que producen no se diluye en ningún momento gracias a un buen trabajo de guión de Paul Dehn, autor, entre otros muchos, del libreto de James Bond contra Goldfinger (1964, Guy Hamilton). No hay que olvidar que también hay lugar para el humor, lo que ayuda a reforzar dicho efecto de simpatía hacia los chimpancés, sobre todo en la secuencia en la que ambos se visten con ropas humanas. El espectador se identifica con ellos, al contrario que en las otras entregas, debido a la “humanidad” con la que están construidos dichos caracteres. Es más, el final da verdadera pena.
Pero lo mejor de la cinta es que vuelve al tono filosófico de la primera y nos invita a la reflexión. Los errores cometidos en la segunda entrega no se cometen de nuevo. De hecho, aunque no sea explícitamente, como en la brillante explicación sobre el concepto de regresión infinita, la película plantea el debate sobre determinadas paradojas. Por ejemplo sobre el concepto de destino: ¿Se puede alterar el futuro modificando el presente? El razonamiento sobre el que actúan los humanos es que si asesinan a Zira y Cornelius (y al bebé que ella espera), quizás pueda evitarse la futura involución en la que los simios dominarán a los humanos. ¿Pero no es algo ineludible ya? La explicación de porqué los simios dominarán el mundo en el futuro la ofrece Cornelius en lo que es un anticipo de la siguiente película de la saga: La rebelión de los simios (1972, J. Lee Thompson). Por tanto, ante la pregunta planteada, la película deja una respuesta más que evidente en su último plano: El futuro no puede ser cambiado de ninguna de las maneras. El ocaso de la humanidad es terriblemente evidente.
¿Merece la pena, por tanto, revisar la saga de los simios? Ya hemos dado razones de sobra. En esta tercera entrega ya no tenemos ni a Charlton Heston ni a la bella Linda Harrison. Pero tenemos un desbordamiento de imaginación y de buen hacer ya por sí mismos más que suficientes. Pongámosle alguna traba, sin embargo, en la música. Jerry Goldsmith no compone en esta ocasión una banda sonora adecuada. Es demasiado setentera y va en detrimento del espíritu del film. No goza de la universalidad que merecería y está demasiado anclada en la época en la que está compuesta. En ocasiones da a la película una sensación de envejecimiento prematuro que no tiene en absoluto. Por lo demás, un film imprescindible.
¿Merece la pena, por tanto, revisar la saga de los simios? Ya hemos dado razones de sobra. En esta tercera entrega ya no tenemos ni a Charlton Heston ni a la bella Linda Harrison. Pero tenemos un desbordamiento de imaginación y de buen hacer ya por sí mismos más que suficientes. Pongámosle alguna traba, sin embargo, en la música. Jerry Goldsmith no compone en esta ocasión una banda sonora adecuada. Es demasiado setentera y va en detrimento del espíritu del film. No goza de la universalidad que merecería y está demasiado anclada en la época en la que está compuesta. En ocasiones da a la película una sensación de envejecimiento prematuro que no tiene en absoluto. Por lo demás, un film imprescindible.
EDUARDO M. MUÑOZ
4 comentarios:
El punto en común de la película con la novela es cuando los humanos presentan en sociedad a los simios y son recibidos con agrado e interés.
El resto es un poco del estilo policiaco de la época.
La peli esta mejor que la segunda entrega.
MIKI. Salu2
A mí me pareció muy correcta. La que es lamentable es "La rebelión de los simios".
A mí también me ha parecido correcta en comparación con la segunda, es mucho mejor y más completa.
El único pero es como logran rescatar la máquina del fondo del agua para volver al pasado, pero bueno.
MIKI. Salu2
Eso no constituye pero alguno. Algo se necesita para que viajen al pasado. El guión está hecho de forma sublime. La saga debió quedarse en trilogía.
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