martes, 7 de diciembre de 2010

TRES METROS SOBRE EL CIELO (2010) de Fernando González Molina


Tres Metros sobre el Cielo está dirigida por Fernando González Molina, quién ha dirigido Fuga de cerebros (2009) y algunas temporadas de la serie de televisión Los hombres de Paco.

No hay nada nuevo en esta película ya que la historia está vista hasta la saciedad, sólo que aquí está amoldada a los nuevos tiempos. Está basada en un libro homónimo de Federico Moccia. Es la historia de un amor imposible entre dos personajes de clases diferentes. Aquí la chica es una pijita de buena familia, y el chico es un macarra poligonero.

En el visionado se constata el origen del mundo de la televisión por parte del director porque la película sigue completamente los parámetros de un telefilm. Ya no sólo por la historia, sino por la torpe realización, que deviene en un capítulo largo de cualquier serie de adolescentes de las que tanto triunfan en nuestras televisiones.

Los actores no consiguen pasar la línea del simple aprobado, incluyendo a María Valverde, muy lejos de esa dulce Lolita que nos cautivó en La flaqueza del Bolchevique (Manuel Martín Cuenca, 2003). Pero más grave aún es la participación de Mario Casas, un actor popular en base a sus trabajos en televisión que se limita durante todo el metraje a ir sin camiseta luciendo musculitos.

El guión está exento de todo interés. El chico se supone que es problemático porque ha tenido un pasado difícil. Pero la explicación que se nos da en la película mediante un flashback es totalmente banal y exagerada, una tomadura de pelo. Con el resto de personajes sucede algo similar, están faltos de veracidad, son todos de cartón piedra.

A lo anterior se une que el director parece no saber cómo resolver la realización de la mayoría de las escenas. Valga como ejemplo las secuencias de carreras de motos entre los poligoneros en las que es imposible percibir qué está ocurriendo porque la cámara no deja de moverse, en un vano intento de dotar de realismo a lo rodado.

Si es este el cine español que se va a poner de moda, es para echarse a temblar. Eso sí, el público adolescente hará de la película un éxito estas Navidades. No lo duden. Y mientras tanto veremos cuántos homenajes harán al recientemente fallecido Luis García Berlanga.

EDUARDO M. MUÑOZ 

5 comentarios:

Lo que Coppola quiera: Blog de cine dijo...
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Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...

La verdad que sólo con ver los actores es una plei que no llama nada la atención. Y si el director es el mismo de Fuga de cerebros, para que queremos más ¡¡¡¡

Lo que Coppola quiera: Blog de cine dijo...

La verdad es que vista con el tiempo la película sigue sin gustarme, pero quizás sólo se salve María Valverde que siempre me ha parecido buena actriz.

Algo de cine dijo...

La película esta basada en la novela italiana “A tres metros sobre el cielo” de Federico Moccia y es la segunda vez que llega al cine, la primera fue en el 2004 en Italia, en esta oportunidad es España la que apostó a la trama y resultando la mas taquillera del 2010, lleva una recaudación aproximada de 9 millones de euros. Se considera que es una cercanía del Cine Español – por lo general alternativo – con un cine comercial mas adaptado a un “todo público”, esta entrega la protagoniza Mario Casas que en lo particular se considera su caracterización como buena y totalmente creíble; una persona rebelde proveniente de una familia disfuncional, atormentada por un secreta, con instinto y destreza para la violencia y de conducta cuestionada que se enamora de una muchacha conservadora y de principios – es este el punto que me hace decir que es una buena aproximación al cine comercial – aun cuando la trama pareciera trillada , la dirección del film y la fotografía muy bien el trabajo correspondiente y argumenta la alta taquilla que logró la película. En mi caso estuve en un leve suspenso durante la película, cosa que no le pasó a otras personas cuando la vieron; yo no vi la versión italiana y no tenia conocimiento del desenlace de la trama, pero como soy seguidor del cine español atribuyo el suspenso a la espera del toque peculiar y particular de las películas de España (cualquier cosa puede pasar). @algodecine