lunes, 21 de febrero de 2011

REPULSIÓN (REPULSION, 1965) de Roman Polanski


Cuando vemos una película de Roman Polanski observamos in situ un cine de autor con un denominador común: el amor al cine y el análisis de la mente humana. Con guiños cinematográficos en toda su filmografía pero orientados a dramas psicológicos y planos desgarradores con fuerza y simbolismo, tanto implícito como metafórico, su mundo nos adentra plano a plano en su visión de la introspección psicológica. También en el análisis de las conductas humanas llegando hasta los deseos más bajos del ser humanos.
Después de rodar El cuchillo en el agua (1962) y de ser nominado al Oscar a la película extrajera, rueda en Londres su segunda película. Su denominador común es la ausencia de una trama explícita pero, eso sí, es una historia basada en una causa- efecto de nuestro personaje principal. Éste es interpretado por Catherine Deneuve que interpreta desgarradamente a Carol Ledoux, una chica belga, esteticién de profesión, que vive con su hermana en un apartamento londinense. Debido a la ausencia de ésta, por un viaje de placer con su amante, empieza a experimentar deseos contradictorios hacia los hombres y el desarrollo esquizofrénico con estados de psicosis y paranoia.
Desde la primera secuencia, que se desarrolla en un plano detalle del ojo en zoom out (similar a los títulos de crédito iniciales de Vértigo de Hitchcock), sabemos que viviremos el viaje en la mente de una mujer de belleza frágil y mirada hierática. Secuencia tras secuencia nos vamos adentrando en un mundo completamente ajeno donde la explicación de lo que está ocurriendo es inútil ya que el director intenta contarnos unos hechos que no tienen una causa-efecto lógicas. Por lo tanto es un fiel retrato de los estados maníaco depresivos de una mente que se va degenerando progresivamente hacia la locura (perfectamente simbolizado en la putrefacción del conejo, o el resquebrajamiento de las paredes, como si le ocurriese a su cerebro).


En cuanto a la forma, Polanski retrata la película de manera efectista pero totalmente justificada utilizando cámara en mano y grandes angulares, que nos trasmiten un estado totalmente esperpéntico y creando un terror implícito con el juego de luces y sombras (del estilo de El gabinete del doctor Galigari de Robert Wiene, 1920) que intensifican los estados anímicos de la enfermedad, sobre todo en el interior de la casa. Aquí se desarrolla su enfermedad con mayor desagrado, en la más completa soledad. Todo ello sin una banda sonora aparente pero con sonidos diegéticos del sonido de un reloj o las gotas de agua del grifo dándonos una sensación de claustrofobia y de terror psicológico, así como el empleo de simbolismos de toda clase: desde una navaja de afeitar que recuerda a Un perro andaluz (1929, Luis Buñuel), a planos de Catherine Deneuve en plan lolita.
El uso de la cámara nos evoca el estado interno de la mente desequilibrada de nuestra protagonista, en especial en las secuencias de los dos asesinatos (deudores de Psicosis de Hitchcock, 1960), así como las múltiples violaciones imaginarias que sufre el personaje llegando en ocasiones a un estado catatónico.
El final marca un impresionante viaje al fondo de una enfermedad galopante. El resultado es visto desde la perspectiva de unos vecinos fisgones y de la hermana y su amante, que descubren unos hechos más parecidos al infierno de Dante que a su belleza frágil y sensible. La locura se ha puesto al mando de un ser inocente en toda regla. La foto final en zoom nos demuestra una enfermedad ya acusada en su infancia.
Esta película fue la primera de su famosa "trilogía del apartamento" que completó con La semilla del diablo (1968) y El quimérico inquilino (1976), siendo esta última la más arrolladora y enigmática para mí.

CARLITOS WAY

8 comentarios:

Luis Aguilar dijo...

Das tantos detalles de lo que es la trama en sí, incluso del plano final que explica todo el comportamiento de la protagonista, que quien no la haya visto y lea tu escrito se la puede ahorrar directamente. Lo digo sin faltar, ojo.

Anónimo dijo...

Una crítica muy interesante. Enhorabuena!

Edu Muñoz dijo...

Interesante, interesante, interesante. Es Polanski.

Carlitos way dijo...

Creo que he querido contar demasiadas cosas y mi vena cinefila ha podido conmigo aunque lo que mas me interesaba era contar causas y efectos para implicarr a la gente que todavia no la ha visto , es una obra de referencia.gracias

Anónimo dijo...

a luis....
es un blog de cine, no de cartelera.

Pedro Martínez dijo...

Sí, es un blog de cine, pero eso no justifica el hecho de que se destripe una película sin ton ni son. Las personas que no la hayan visto y lean este post saldrán menos impactadas del relato de Polanski, sin duda. REPULSIÓN es de esas películas que hay que verlas sin ningún tipo de idea preconcebida, y he ahí la sorpresa que nos llevaremos.
La crítica debería haber transcurrido por otros derroteros sin hacer un desarrollo tan amplio de la sinopsis.

E. Muñoz dijo...

La crítica está hecha con buena intención. Dejad en paz al chaval, joder. Reto a quien tanto critica a que nos mande un escrito suyo.

Anónimo dijo...

Una gran película pero no aportas nada a la crítica que no sepamos ya, solo una disección del argumento para quién no la haya visto, aún así gran trabajo.
Saludos, Bomont Livingston.