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miércoles, 6 de abril de 2016

Crítica de 'HITCHCOCK/ TRUFFAUT' (2015) de Kent Jones




‘El cine según Hitchcock’ es un libro que no necesita presentación a estas alturas, habla por sí solo. Aún así, pongámonos en situación. El proyecto nació cuando en 1962 el cineasta François Truffaut pidió a Alfred Hitchcock su implicación para una entrevista de 50 horas de duración en la que se hablaría de su obra de forma larga y tendida, cronológica y pormenorizadamente. En ella se haría hincapié en todo el proceso creativo de cada uno de sus films (desde la elección del proyecto en sí, los actores, la técnica, la producción...). El resto es historia. Un libro de cabecera para cualquier cinéfilo que se precie y una lección de cine magistral ejercida por dos autores entregados.


Ahora aterriza en forma de documental ‘Hitchcock/Truffaut’, donde el director Kent Jones pretende homenajear el famoso libro contando con la colaboración de cineastas de renombre como David Fincher, Martin Scorsese o Richard Linklater entre otros, los cuales muestran su admiración por el cine del maestro con nostalgia y pasión, reconociendo la deuda que tienen contraída con él, como si de un padre fallecido se tratara. De esta forma, en el documental se reflexiona sobre la dilatación del tiempo en la obra de Hitchcock, sobre la modernidad de sus planos y de la estructura narrativa en films como Vértigo (1958) o Psicosis (1960), o lo que entendía por suspense (que nada tiene que ver con el terror, dicho sea de paso).
Curiosamente, el famoso libro de entrevistas no deja de ser un mero recurso narrativo, un McGuffin en lenguaje hitchcockiano, que sirve para abordar los aspectos generales de la obra del maestro del suspense, a modo de  trampolín que da impulso y salida a los aspectos de su obra y a todo un material de archivo sobre la relación de Hitchcock con Truffaut que resulta conmovedor y en cierto modo, novedoso. Sobre todo las grabaciones sonoras inéditas donde las voces de Hitchcock y Truffaut resucitan los diálogos que tantas veces hemos leído en el libro, o ese homenaje que el American Film Institute hizo a Hitchcock al final de su carrera donde Truffaut dijo ante una gran ovación del público: "En vuestro país le llamáis Hitch. En Francia le llamamos Señor Hitchcock". 


El documental no aportará nada nuevo a los acérrimos del cineasta británico, lo que no quita para que estemos ante una auténtica delicia cinéfila llena de grandes momentos. Por ejemplo cuando Martin Scorsese habla de Vértigo (1958) y Psicosis (1960), dos obras narrativamente innovadoras y adelantadas a su tiempo que a día de hoy siguen dando de qué hablar, como la propia figura del maestro Hitchcock. Uno de los cineastas más influyentes de la historia del cine.

EDUARDO MUÑOZ

viernes, 18 de marzo de 2016

Crítica de 'TRIBUNAL' (2014) de Chaitanya Tamhane




Chaitanya Tamhane realiza en ‘Tribunal’, a través del pretexto de un juicio contra un cantante protesta (al cual se le acusa de forma rocambolesca de inducir al suicidio a un empleado del alcantarillado), una perfecta radiografía de la sociedad india y al mismo tiempo una crítica a su arcaico sistema judicial. Tamhane aborda así el tema desde un punto de vista original al no centrarse en la figura del condenado, al que apenas vemos un par de veces en el film, para centrar su relato en el contexto, acercando la obra en espíritu, aunque salvando las distancias, a míticas cintas judiciales como 'Matar un ruiseñor' (1962, Robert Mulligan)



Las escenas propiamente judiciales se van alternando con las de la vida cotidiana del abogado defensor y de la fiscal, personajes antagónicos que sirven para reflejar precisamente los dos tipos de sociedad india que el cineasta pretende subrayar. Por un lado el abogado se podría definir como racional y con un alto sentido de la justicia, empleando para ello el argumento deductivo como arma característica en el juicio. Dentro del mundo de la justicia india, un perfil escaso, crítico y a fomentar. La fiscal por su parte es una madre de familia más cercana al pueblo llano y, por tanto, a la sociedad que se pretende criticar, envuelta en tradición, prejuicios e inflexibilidad.


‘Tribunal’ es una flamante ópera prima no exenta de matices y referencias culturales. Lo rocambolesco, absurdo e irracional del propio proceso judicial en cierto modo recuerda al universo de Franz Kafka en ‘El proceso’, donde el protagonista de la novela no sabía exactamente de qué se le estaba acusando. Y el propio tratamiento del cantante, el típico personaje molesto para las autoridades, sería algo así como un Sócrates moderno al que interesa quitar de en medio.


Lejos estamos, por tanto, de los ambientes lujosos de las producciones de Bollywood. El retrato expuesto en ‘Tribunal’ es la otra cara del país, el de la gente sencilla y la injusticia. Por ello, para dotar de realismo al conjunto, Chaitanya Tamhane se sirve de actores no profesionales, a excepción de los protagonistas, y los enmarca en flamantes planos fijos y largos en Cinemascope, los cuales desprenden un aroma, en ocasiones, de cine documental.


El film obtuvo dos premios en el Festival de Venecia de 2014, fue seleccionada por la India para optar al Oscar de Hollywood y ha conseguido más de 18 premios en aproximadamente 45 festivales internacionales. Una película a descubrir de esas que no dejan indiferente.

EDUARDO M. MUÑOZ

lunes, 11 de enero de 2016

Crítica de 'CREED. LA LEYENDA DE ROCKY' (2015) de Ryan Coogler


Yo  creía en ti, hijo de Apollo Creed.

Apollo Creed es uno de mis ídolos. Iván Drago también. Rocky Balboa, ¿pues es Rocky, no? Clap, clap, clap por él. Pero en la saga, importantísima dentro de la cultura pop, estos personajes fueron los que captaron mi atención y mi corazón. Vaya, hasta en una visita a Filadelfia, después de recorrer los maravillosos pasillos y deleitarme el alma con las obras que guarda el recinto, entendí que tenía la obligación de recrear la famosa escena de subir y bajar corriendo las escaleras y luego tomarme la foto junto a la estatua de Rocky Balboa (no me juzguen pero era necesario).

No sabía de la existencia de “Creed” hasta que proyectaron el tráiler y dije: “¡No, no, no, no, no puede ser, qué emoción!”. Así que esperé pacientemente hasta que llegó el momento de poder verla. Ni siquiera preparé frituras o alguna bebida para acompañar el momento: todos mis sentidos tenían que estar en “Creed”. Desde mi punto de vista y como una opinión muy personal, para mí no hay películas buenas ni malas (porque no tengo los conocimientos técnicos necesarios para poder analizar encuadres, luz, cuadros) aunque sí soy una cinéfila desde prácticamente que estaba en la estómago de mi madre. Y “Creed” no me agradó en lo absoluto. Es más, me decepcionó tanto que me dormí de ver tanto cliché.



Procederé a contar por qué.  El inicio es un verdadero desbarajuste y ahí comienza la confusión: Un  niño es recluido en un reformatorio por armar trifulcas, llega una elegante señora y le pregunta si se quiere ir a vivir con él. Es la esposa de Apollo Creed. Y de ahí vemos el desarrollo de un guión elaborado, tal vez, para complacer a los fans. El protagonista, Adonis Johnson -acepta el nombre de la amable viuda que lo adoptó- siente que le hierve la sangre por boxear pero trata de ser complaciente con su familia e intenta un trabajo de 9 a 5. Es imposible. Desea seguir los pasos de su padre y de ser posible, recuperar el título de campeón que su papá consiguió en 1979 antes de caer en el ring bajo los puños de Iván Drago.

Su “madre” lo apoya y se traslada a Filadelfia para buscar un mentor -¿quién mejor que Rocky Balboa?- y así ser digno hijo de su padre. Aunque en un principio el buen Rocky se niega porque considera que el tiempo ya pasó, su corazón se derrite y acepta ser su “coach” advirtiéndole que su talento es sólo un pequeño detalle sino que requiere mucho esfuerzo y dedicación -como verán, la historia inspiradora de siempre y sin novedad-.



Por supuesto, Adonis conoce a una chica que se vuelve su Adrien, perdón, su musa inspiradora y apoyo para conseguir lo que se propone. Después vienen los combates en el ring, las lecciones de vida y  ya, nada más. ¿Leyeron algo nuevo? No. La gran maravilla del cine es que puedes contar la misma historia mil veces pero la manera en que la relatas es donde radica la verdadera magia. “Creed” creo que falló  en todos los aspectos menos en los de la nostalgia y en mostrar que Stallone aún tiene fuerzas y el rostro aún no se le desfigura después de tanta cirugía.

Michael B.Jordan- aprovechando su mediano éxito como La Antorcha Humana en “Los 4 Fantásticos” interpreta a un personaje plano y sin gracia, incluso hasta enervante la mayoría del tiempo. Stallone interpreta al mismo Stallone de siempre y el interés amoroso de Adonis, pues, es una cantante que se la pasa sonriendo y ya. Los combates en el ring no tuvieron tanto impacto visual como sus predecesoras, en las que sentías cada golpe sobre tu piel. En fin, mejor veánla y formen su opinión. Lo único que les puedo garantizar es la caricia a la nostalgia.

MARÍA DEL MAR BOETA MADERA- Colaboradora de la Revista Digital Gaio Ninja
www.gaio.ninja