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viernes, 10 de julio de 2015

Crítica de 'RETRATOS DE FAMILIA' (2013) de Anthony Chen





Película basada en las vivencias personales de su director, Anthony Chen, que en esta su ópera prima nos cuenta la historia de una familia, los Lim, afectada por la devastadora  crisis de la economía asiática en los años 90, más en concreto en el año 1997.

Los Lim son una familia de clase media-alta, de tres miembros, que va a recibir la llegada de una sirvienta filipina (Teresa) para ayudar a cuidar al pequeño de la casa, el problemático Jialer, niño tremendamente conflictivo y difícil. Poco a poco la situación familiar se va a complicar cuando el padre de familia pierde su empleo, a la par que se establece una estrecha y peculiar relación entre el niño y su cuidadora extranjera.

Película de "sentimientos", rodada con gran realismo, aunque combinado con una fotografía que podíamos definir como fantasmagórica por momentos, por su aire onírico e irreal en algunas situaciones. Se nos narra la vida cotidiana familiar de manera casi documental, a la vez que se busca que nos identifiquemos plenamente con los personajes, entrañables y sencillos. El acercamiento a ellos hace que los  observemos fija y detalladamente, sin perder detalle de sus reacciones, pensamientos, acciones, ante los obstáculos que se van encontrando.


Es una película de problemas familiares, de crisis económica y social, donde se analiza con un guión sólido los problemas que llevan a una familia al sufrimiento y al riesgo de la división y el enfrentamiento. La esperanza nunca se pierde frente a las dificultades, y siempre hay un horizonte nuevo  o un camino que explorar, esa sensación se nos busca transmitir desde el primer minuto hasta el último del largometraje.

Mezcla de lo que podría ser un film de cine independiente europeo y de cine asiático costumbrista, fue muy bien acogida en el Festival de Cannes, donde recibió una gran ovación y el premio a la mejor fotografía y a la mejor opera prima, además de una veintena de premios en otros festivales.


Buenas interpretaciones, gran montaje y gran fotografía son los aspectos más destacados del film, en mi opinión junto a la gran destreza del joven director, que ha hecho de este film un referente del más reciente cine asiático.

Yo la recomendaría para todo aquel que se deje conmover por el cine humano, de sentimientos, de historias sencillas, aunque quizás para mi gusto no es una obra que impacte y deje marcado, hay películas de este estilo que me han llegado mucho más profundamente. Y obviamente no la recomiendo para aquel que busca cine comercial, de fácil consumo e historias inverosímiles pero atractivas por su espectacularidad. Esta película es todo lo contrario.

"¿Crees que suicidarse es  divertido?"   (Teresa)


ANTONIO JAVIER REGIDOR PUERTO

martes, 23 de junio de 2015

Crítica de 'WHITE DOG' (2014) de Kornél Mundruczó


Una joven atraviesa en bicicleta un puente sobre el Danubio, en un Budapest semidesértico. De repente, una gran manada de perros la alcanza y la sobrepasa, fundiéndose por unos momentos en un mismo camino ambas razas, humana y canina, en una escena de gran belleza plástica, rodada a cámara lenta. Esta escena es una declaración de intenciones de lo que va a ser el film, nos pone en aviso de lo que va a acontecer.

White God’ llega a nuestras pantallas avalada por sus premios y la repercusión que ha obtenido por lo llamativo de su trama. Este film húngaro de Kornél Mundruczó ha recibido el Premio Eurimages en el Festival de Sevilla, y fue la ganadora de la sección "Un Certain Regard" en la última edición del Festival de Cannes. Mezcla de cine de autor y cine fantástico, estamos ante un cuento macabro que nos va a hacer pensar y reflexionar profundamente.

Se nos presenta un drama familiar. Lili (una muy correcta Zsofía Psotta), es una introvertida e incomprendida adolescente, que solo se siente querida por su fiel Hagen, su perro mestizo. Una nueva ley de la ciudad obliga a pagar una gran tasa a las familias que poseen un perro que no sea de raza pura, con lo que la ciudad se llena de perros abandonados. El padre de Lili, que debe cuidarla durante tres meses, odia a los perros y considera objetos sin sentimientos a los animales, trabaja en un matadero donde a diario ve despiezar a vacas, de manera mecánica y fría. Tras varios enfrentamientos padre-hija, Hagen es abandonado y comienza su durísima travesía por una ciudad deshumanizada y despiadada, donde sufrirá todo tipo de violencia y malos tratos animales que podamos imaginar y no desvelamos al espectador.

Entonces comienza un canto a la lucha entre la candidez e inocencia que representan Hagen y Lili frente a un mundo duro, violento, sin ningún tipo de sentimientos; y la historia paralela de ambos personajes, los cuales quieren huir de lo que les rodea y quieren volver a unirse de nuevo, pero les espera un crudo destino. Ambos pierden la inocencia ante todo lo que tienen que ir viviendo, los reveses de la vida les hacen cambiar. La frialdad, el miedo al otro, a lo distinto, hace que Hagen sufra todo tipo de daños, vejaciones y humillaciones por parte de seres a los que cuesta definir como "humanos". Se muestra a los perros como seres puros, inocentes, sin el rencor del ser humano.


La película contiene un claro mensaje contra la discriminación y el racismo, el mestizo es abandonado y humillado, mientras que los perros "puros" caminan con sus dueños por la ciudad sin problema. "Ambos somos perros hambrientos" dice un personaje con el que se cruza Hagen en su triste recorrido, los pobres también viven marginados y la gente se aprovecha de ellos.

Hagen está interpretado por dos perros hermanos de Arizona, y realizan una grandisima interpretación. El gran mérito del film es cómo se manejan 200 perros en escena, siendo solo actores "profesionales" los perros que hacen de Hagen, los demás son perros abandonados en una protectora, y que, por cierto, gracias al film ya están todos adoptados. El título "White God" es un juego de palabras con "White Dog" (perro blanco),  que nos hace reflexionar: ¿Dios es blanco?, ¿los blancos son superiores?, ¿el verdadero Dios es esa inocencia que la deshumanización nos hace perder? También en este exterminio canino podemos ver una clara metáfora del holocausto, las perreras son como las cámaras de gas donde se aplica "la solución final", sin ningún tipo de remordimiento.

En mi opinión la primera parte del film es mas brillante. Se resuelven mejor los momentos intimistas y de reflexión y las peripecias de Hagen por sobrevivir que los momentos de la segunda parte, que nos llevan a un terreno más cerca del cine fantástico y de terror. En esta segunda mitad hay algunos fallos y lagunas de guión, y aspectos peor resueltos, como un final, de grandísima belleza estética pero que deja con sabor agridulce. Además en esta segunda parte hay alguna escena que se podía haber evitado y busca el sensacionalismo o la lágrima fácil más que ayudar en la fábula que se nos está narrando. Budapest adquiere un aspecto ya no solo frío como en la primera mitad del film, sino que pasa a ser una ciudad devastada, prácticamente una ciudad en guerra, cuando las "bestias" se vuelven "humanas".

Al  terminar el film nos preguntamos ¿quién es la bestia y quién son los "humanos"? Los perros cuando tienen comportamiento animal tienen sentimientos, son fieles e inocentes, cuando empiezan a actuar como humanos, se vuelven bestias rencorosas y violentas. Como hemos dicho es un film de buenas interpretaciones, un magnífico trabajo de entrenamiento de animales para unas grandes actuaciones caninas, y una buena música de Asher Goldschmidt que acompaña muy correctamente en todo momento.

Esta película la recomiendo para quien busque cine "de pensar", cine duro, de gran realismo y fantasía a partes iguales dentro del mismo film, cine de reflexión y que hace que nos planteemos preguntas. No es ‘El Origen del Planeta de los Simios’, ‘Los Pájaros’ ni ‘Espartaco’, aunque tiene momentos de guiños e inspiración en dichos largometrajes. Es un producto con personalidad propia y ésto quizás sea la mejor baza a su favor, es una especie de híbrido entre el cine fantástico, el cine de autor, el cine de terror y la fábula social. Es una película que impacta, impresiona, es imposible que deje indiferente. Eso sí, si se busca cine de acción o aventuras sin más, ‘White God’ es otra cosa.

"Quizás todo lo terrible es, en su ser más profundo, algo que necesita nuestro amor” –Rainer Maria Rilke

ANTONIO JAVIER REGIDOR PUERTO

martes, 9 de junio de 2015

Crítica de 'Güeros' (2014) de Alonso Ruizpalacios







Güero, ra
1. adj. Méx. Dicho de una persona: Que tiene los cabellos rubios. Que tiene la piel blanca. U. t. c. s.

Así, con esta aclaración del significado del título, comienza este film mexicano premiado en Berlín como mejor opera prima y en San Sebastián como mejor película latinoamericana. También ha sido reconocido en su país de origen con cinco premios Ariel, incluido el de la mejor película.

¿Qué nos encontramos al visionar este debut en pantalla grande del ex director teatral Alonso Ruizpalacios? Pues nos encontramos ante una película de una factura exquisita, cuidada al detalle, innovadora, de planos imposibles y experimentales en  sus momentos más brillantes. Es una película que juega con los silencios, con los sonidos que invaden dichos silencios y con el contraste entre momentos de reflexión y momentos de acción.


Partimos de una trama argumental muy sencilla: Santos y Sombra viven en un apartamento desganados y desencantados con todo. El apartamento se encuentra en lamentables condiciones, incluso sin luz. Un día reciben la visita de Tomás, el hermano de Sombra, al que su madre ya no soporta más. Con su llegada los tres van a iniciar un viaje en busca de un viejo rockero mexicano olvidado, Epigmenio Cruz, al que nadie recuerda, pero es muy importante para ellos porque era escuchado por el padre de Sombra y Tomás.

El argumento es sencillo, pero la búsqueda que inician los personajes como hemos dicho es compleja y llena de diálogos y momentos que provocan la reflexión sobre el ser humano y la existencia misma. Es una película mucho más visual que de diálogo, pero las interpretaciones son muy cuidadas y dan un toque frío pero cercano a la vez a los personajes, tal como busca el director. No es una película de fácil consumo, es una largometraje que invita a a la reflexión y al disfrute del derroche visual e imaginativo que nos regala Alonso Ruizpalacios.

También tenemos que decir que puede resultar aburrida en algunos momentos, el ritmo es intencionadamente lento en el desarrollo de la acción y el peculiar sentido del humor que se despliega puede no resultar atractivo para todos los públicos. Aquel que busque una película con un desarrollo fácil y convencional puede resultar decepcionado y aburrirse, en cambio es recomendable para el que busque un producto creativo e innovador, no una cinta de consumo rápido.


Rodada en un impecable blanco y negro, cuenta con una sencilla pero muy solvente fotografía, uno de los puntos fuertes del film, junto a ese contraste de sonidos y silencios del que hablábamos tan peculiar, y que junto a los juegos de cámara y la experimentación en cuanto a tipos de planos sorprenderá al espectador. La crítica social también está presente, ya que la acción se desarrolla durante una ficticia huelga de estudiantes, reflejo de las huelgas y movimientos sociales tan habituales en México y Latinoamérica en general. Se nos presenta el contraste entre la lucha política y la devastadora desgana del joven que está desencantado con todo en el mundo en el que vive. Nuestros protagonistas se muestran apáticos ante esta huelga ("Estoy de huelga de la huelga", afirma Sombra), pero durante la película veremos cómo va modificándose este sentimiento, paralelamente al avance de su búsqueda de Epigmenio, el rockero desconocido y moribundo.

No desvelaremos como se desarrolla la búsqueda del rockero olvidado, dejamos al espectador que vea el film y saque sus conclusiones, unos se aburrirán, otros la disfrutarán ampliamente, es cuestión de gustos.

"Epigmenio Cruz está chingón. Una vez hizo llorar a Bob Dylan"...

ANTONIO JAVIER REGIDOR PUERTO

miércoles, 1 de abril de 2015

Crítica de 'LA HISTORIA DE MARIE HEURTIN' (2014) de Jean-Pierre Améris



Estamos ante un film muy interesante sobre superación, amistad, lucha y perseverancia, dirigido por Jean Pierre Améris, autor que ya había tratado temas similares en un film de muy buena factura como ‘La Vida’ sobre enfermos mentales. Pero quizá podamos decir que con esta 'Marie Heurtin' se supera, y logra una obra emocionante y conmovedora que va a tocar la fibra sensible de todo aquel espectador al que le gusta ver cine "de sentimiento".

Es una película en cuyo visionado recordaremos inevitablemente otros films como ‘El Pequeño Salvaje’ o ‘El Milagro de Ana Sullivan’, con las que encontraremos ciertos paralelismos. El argumento gira en torno a la historia basada en hechos reales de una niña sorda, muda y ciega que en 1895 ingresa en el Instituto Larnay, institución religiosa regida por monjas especializadas en el cuidado de niñas sordas. La familia de la pequeña Heurtin prácticamente la entregan asilvestrada en la institución, donde en principio no es aceptada, hasta que la tenacidad de la hermana Margueritte (interpretada por la ganadora de un César Isabelle Carré) convence a la Madre Superiora de aceptar a esta niña, a pesar de su devastador estado.

La niña está interpretada por la niña sorda Ariana Rivoire, que realiza una gran interpretación, a la altura de un gran reparto que hace creíbles y emotivos los distintos personajes. También es destacable la banda sonora de Sonia Wieder-Atherton, solemne y cercana a la vez, sabiendo transmitir en cada momento grandes sensaciones al espectador. También destaca sobremanera la gran fotografía de Virginie Saint-Martin, llena de luz, colorido y optimismo, que nos hace creer en que la lucha de la hermana Margueritte tendrá éxito.


Poco a poco vamos viendo cómo Margueritte se esfuerza en cuerpo y alma por conseguir progresos con la niña, y no desvelamos más, sólo diremos que la historia se vuelve emotiva por momentos según nos vamos dirigiendo al final, donde todo espectador sensible (como me ocurrió a mí mismo) acabará derramando alguna lagrimita. Margueritte vive un calvario personal en esta lucha por sacar adelante a la niña, pero está dispuesta a todo para conseguirlo. El olfato, el tacto, son los instrumentos de los que disponen y estos sentidos lo inundan todo durante este combate por dar la pequeña Marie una vida mejor.

El lenguaje de signos es clave en el film. El uso de los sentidos es un aprendizaje para el propio espectador sobre cómo debemos saber apreciar lo que tenemos y aprovecharlo. Esta película es un canto a la vida, al esfuerzo, a la tenacidad y a la amistad, al dar desinteresadamente y a la búsqueda de la felicidad en un mundo lleno de vida y muerte  alrededor.

"Hoy he conocido un alma" dice la hermana Margueritte al conocer a la niña, y esta cinta nos cuenta la relación entre dos almas que buscan ejercer su derecho a una vida lo más plena y digna posible. Película recomendable si se busca una obra que emocione con una historia real y con una muy correcta realización e interpretaciones.

ANTONIO JAVIER REGIDOR PUERTO

jueves, 5 de marzo de 2015

Crítica de 'PRIDE (ORGULLO)' (2014) de Matthew Warchus



La película nos cuenta la historia real de la gran huelga de minería que tuvo lugar en 1984 en el Reino Unido en tiempos del gobierno de Margaret Thatcher.  En apoyo de los mineros se crea para recaudar fondos la LGSM (Lesbians and Gays Support Miners) en Londres, organización progresista y reivindicativa que unirá fuerzas con los huelguistas frente a un enemigo común, el férreo gobierno neoliberal de la Dama de Hierro. A partir de ahí se nos narra la relación entre una comunidad de mineros galeses y dicha asociación, tan distintos en su manera de ser pero tan cercanos por un enemigo común al que enfrentarse.

La impresión al terminar de ver este film es que hemos recibido una gran inyección de moral, buen rollo y optimismo, estamos ante una película amena y divertida que en ningún momento nos va a aburrir, sabiendo combinar momentos de drama y comedia alocada, y momentos de clara crítica social. Podríamos decir que es un híbrido entre ‘Full Monty’, el cine combativo de Ken Loach y la comedia clásica británica

Se trata de una comedia del año 2014 que llega en Marzo de 2015 a nuestras pantallas,  después de un éxito importante en las islas. Ha estado nominada a los Globos de Oro como Mejor comedia o musical y a los Premios BAFTA como mejor debut de un escritor, director o productor británico. Dentro de los aspectos más destacados tenemos la interactuación entre los protagonistas, personajes muy bien desarrollados con los que nos llegamos a identificar, reír o llorar a partes iguales según se desarrolla su historia. Estos personajes están en su mayor parte basados en vidas reales, como muy bien nos hace descubrir el director añadiendo al final del film un pequeño resumen de la vida de cada protagonista real que no nos dejará indiferente y nos emocionará. Las buenas interpretaciones nos ayudan en todo momento a hacer creíbles los personajes.


Pride (Orgullo)’ es un canto a la solidaridad, a la unión, a la firmeza y determinación para unirse dejando atrás las diferencias sociales, culturales y morales. Un estandarte en el que se muestra un apretón de manos como símbolo representativo del humilde pueblo de Dulais, al que viajan los chicos de LGSM. Este estandarte  será el símbolo que nos conducirá en los distintos momentos, altos y bajos, problemas y alegrías de la relación entre el grupo de Gays y los cerrados mineros rurales, anclados en el pasado. A la vez que el problema al que se enfrentan ambos colectivos, también tenemos muy bien desarrolladas las historias individuales de los diversos protagonistas: Mark, el líder de LGSM, comunista convencido y siempre decidido a actuar; Joe, adolescente de familia acomodada que no se atreve a "salir del armario"; la lesbiana Steph, siempre leal a sus compañeros y amigos; Dai, el líder del movimiento minero en Dulais; Ghetyn, galés y gay, que salió de adolescente de su tierra natal debido a la incomprensión y el rechazo.... Cada personaje nos hará vibrar con su historia personal.

Las situaciones de comedia son divertidas, al más puro estilo de la comedia comercial. Esto es un punto importante del film, logra combinar el cine dirigido al gran público con el cine comprometido y de denuncia social, bajo una gran dirección de Matthew Warchus. Las referencias al cine de Ken Loach no faltan, como queda claro en la ambientación en un pequeño pueblo de la empobrecida Gales de mediados de los ochenta, pueblo devastado por una larguísima huelga con la que los mineros plantaron cara a las medidas conservadoras de Margaret Thatcher, y en cómo muestra la lucha por la supervivencia de esta humilde comunidad.

Uno de los momentos mas destacados es cuando las mujeres del pueblo de Dulais muestran su apoyo a LGSM cantando "Bread and Roses", himno de lucha social basado en un poema de  James Oppenheim, muy popular en las islas británicas. El film cuenta con una buena banda sonora de Christopher Nightingale y una gran fotografía de Tat Radcliffe, que nos traslada al Cambden alternativo, moderno y combativo de los ochenta y a los parajes rurales de la cuenca minera galesa. Tras una serie de situaciones basadas en hechos reales que no desvelaremos aquí, llegamos a un desenlace final donde nadie va a quedar indiferente. Para mí una película muy recomendable, de las que te hace salir del cine con una sonrisa y pensando en el buen rato que te ha hecho disfrutar.

ANTONIO JAVIER REGIDOR PUERTO

martes, 17 de febrero de 2015

Crítica de 'SECRETS D'OREILLER' (2013) de Jilali Ferhati



He tenido la oportunidad de visitar la tan lejana y tan cercana a su vez ciudad de Tánger. Allí he disfrutado de una película marroquí, muestra de un cine pujante y que busca abrirse paso en el mercado internacional. Se trata de ‘Secrets d'Oreiller’ (Secretos de Almohada), un film que fue presentado en la 15ª Edición del Festival Nacional de Cine de Tánger en 2014.

La película comienza cuando una joven trabajadora de un orfanato es llevada al depósito de cadáveres para la dura misión de reconocer un cadáver. A partir de ahí nos sumergimos en sus recuerdos, y se nos conduce a su infancia en un pequeño pueblo, donde todos se conocen y donde la vida cotidiana es dura y basada en muchos momentos en las apariencias, unas apariencias que muchas veces engañan. El primer momento en que viajamos al pasado de Wafae, nuestra protagonista, me parece una de las mejores escenas del film, con una gran música  acompañando el recorrido de esta inocente niña junto a su amiga, saliendo alegremente del colegio. La música de Karym Ronda es de lo mejor del film, quizás junto a la fotografía de Kamal Derkaoui y al guión adaptado de Jilali Ferhati, basado en una novela de Bachir Damoun.

La alegría cambia cuando la madre de la amiga de nuestra protagonista la aleja bruscamente de su hija, ya que la madre de Wafae es una prostituta, y trabaja en un burdel clandestino, del que nadie conoce su existencia oficialmente, pero del que todos conocen su existencia realmente. La madre de Wafae, Zaida, es fría, parece que domina y controla a todo el que tiene a su alrededor y que crea temor en el vecindario, pero en realidad tiene sentimientos. Desea hacer feliz a Wafae, aunque su modo de vida le lleva a la cárcel en muchos momentos. Wafae sufre por su relación con su madre y por el trato de los que la rodean, aunque ella es risueña y de carácter optimista. Los vecinos se comportan de manera extraña con ella por ser hija de quien es. 



Hay momentos en los que Zaida se muestra fuerte y dominante, y otros débil y devastada sentimentalmente cuando no puede satisfacer los deseos de su hija o actuar como una madre normal con ella. La película continúa con flashbacks, unos más afortunados que otros, que conectan a la Wafae adulta con la Wafae niña, y nos muestran cómo una serie de personajes interactúan en la pequeña localidad. Unos personajes son más interesantes que otros, a decir verdad, ya que algunos parece que están poco aprovechados en la película, podían haber dado mucho más juego. Por ejemplo un travesti, el cual será muy importante para el desenlace final del film (que no voy a revelar), y un niño que siente atracción hacia Wafae niña y con el que ésta se volverá a encontrar cuando la Wafae adulta se enfrenta a los recuerdos de su barrio, en su recorrido de vuelta al mismo.

En otra de las mejores escenas las prostitutas del burdel se limpian y preparan para su trabajo cantando una canción que dice: "No somos libertinas, somos así porque Dios nos ha hecho así", y vemos cómo en primer plano canta la madre de Wafae con gesto de alegría y amargura a la vez.  Para mí la de Fatima Zahra Bannacer como Zaida es la mejor interpretación del film.

La película da lugar a muchas interpretaciones. Me ha parecido un film transgresor en algunos momentos, atrevido por el tema que toca, y por la enseñanza final: las apariencias pueden engañar, y quien está marginado, quien es distinto, quien es incomprendido, puede ser quien tiene más corazón. Para mi gusto ‘Secrets d'Oreiller’ da una de cal y una de arena: escenas de gran calidad, buena fotografía, música e interpretaciones, y otros fallos como algunas lagunas de guión, momentos confusos en los flashbacks o personajes no bien desarrollados... Pero en definitiva recomiendo su visionado cuando llegue a España.

Poder verla ha sido una experiencia bastante interesante y un acercamiento al creciente cine norteafricano, tan de moda ahora por el largometraje mauritano ‘Timbuktu (2014, Abderrahmane Sissako). Es enriquecedor ver cine desde nuevos puntos de vista y con nuevas ideas y nuevos medios.

ANTONIO JAVIER REGIDOR PUERTO

viernes, 6 de febrero de 2015

Crítica de 'BOB ESPONJA: UN HÉROE FUERA DEL AGUA' (2015) de Paul Tibbitt




En esta película nos encontramos ante un producto que podríamos decir que nos da una de cal y otra de arena, momentos muy divertidos y otros bastante prescindibles. Técnicamente tenemos una mezcla de acción real con animación por ordenador y dibujo a mano, todo aderezado por el uso del 3D para terminar de unir toda esta curiosa mezcla. En lo que todo el mundo estará de acuerdo es que estamos ante una película gamberra, surrealista, de ritmo vertiginoso, donde se sacrifica el intentar dar un argumento coherente a cambio de dar diversión para toda la familia. 

Los niños quedarán encantados con las andanzas del héroe-antihéroe Bob Esponja, su amigo Patricio, Arenita, el señor Cangrejo, el antihéroe-héroe Plankton, y todos los demás. Porque en esta película se juega con estos giros en los que el héroe es un inútil en muchos momentos y el malvado, como veremos, también puede ser héroe. Los mayores se divertirán igual que los niños en momentos como la visita de Plankton al cerebro de Bob, con quizás las escenas mas divertidas de la película y homenaje a las gemelas de 'El Resplandor' (1980, Stanley Kubrick) incluido. Y también disfrutarán con homenajes a 'Mad Max' (1979, George Miller), cuando la pacífica ciudad submarina de Fondo de Bikini se sumerge (nunca mejor dicho) en el caos y la devastación ante la ausencia de las Cangre Burguers (idea divertida en este guión disparatado y gamberro). Y sin olvidar ese momento cuando Bob asume la responsabilidad de ser el héroe salvador, todo aderezado con la mítica música del 'Ecstasy of Gold' de Ennio Morricone para 'El Bueno, el Feo y el Malo' (1966, Sergio Leone). Los viajes en el tiempo también son muy divertidos, y el culmen del surrealismo se alcanza con el personaje del delfín del futuro que vela por la salvación del planeta tierra, y que interactuará con los personajes en diversos momentos.

La película mezcla dibujos animados y personajes de carne y hueso. Entre éstos nos encontramos a Antonio Banderas en una digna interpretación de un pirata malvado que roba la fórmula de las Cangre Burguers, aunque quizá sus escenas se hacen un poco más pesadas que las escenas de los protagonistas animados. Y es esta mezcla de animación y personajes reales lo que a lo mejor chirría un poco en algunos momentos, aunque se resuelve bastante dignamente en lo que a técnica se refiere.



"Todos los personajes secundarios pueden retirarse", dice uno de los protagonistas, en otro momento en el que los guionistas se ríen de su propio guión, un guión lleno de ritmo trepidante y escenas surrealistas que no defraudarán a los fans de Bob Esponja. Los personajes abandonan el mar y en su aventura en busca de rescatar la fórmula robada de las Cangre Burguers se transforman en superhéroes, hasta llegar al enfrentamiento final con el villano.

También se juega con la idea del trabajo en equipo, parodiando la búsqueda de la habitual moraleja de las películas de animación, y aquí también se llegará a esa enseñanza positiva, pero cómo no, de una manera muy personal y original.

Por lo tanto estamos ante una película que me ha resultado simpática por su gamberrismo y humor ácido y surrealista en algunos momentos, y por sus guiños cinéfilos desenfadados, y que quizás donde más flojea es en algunos gags y momentos de la historia que se pueden hacer algo pesados, pero por lo general divertirá a los niños y a los mayores con ganas de diversión sin muchas comeduras de tarro. No es ni mucho menos una obra maestra de la animación, pero es entretenida y se deja ver.

ANTONIO JAVIER REGIDOR PUERTO

martes, 10 de diciembre de 2013

Crítica de 'ALEXANDER NEVSKY' (1938) de Sergei M. Eisenstein



“No he venido a Novgorod para ser amado sino para lideraros en la batalla”

Estamos ante la primera película sonora de Eisenstein , y en muchos aspectos vemos cómo el director es un nostálgico del cine mudo, muchas escenas, la expresividad de los actores, el uso de la música, son más propios del cine de los años veinte que del cine de los treinta.  Eisenstein es un maestro del montaje cinematográfico, y esta película es una obra maestra en cuanto a montaje se refiere. A su estilo propio Eisenstein ha unido la experiencia de sus viajes por México y U.S.A., donde ha recibido influencia del cine norteamericano, y como veremos dichas influencias van a aparecer en este film. Estos viajes han hecho de este judío burgués un personaje “sospechoso” para Stalin,  por lo que el director necesita un film que recupere su imagen ante el Líder y le evite problemas, en plena época de depuraciones estalinistas. “Alexander Nevsky” es un film en el que se presenta la lucha de dicho príncipe ruso contra las fuerzas invasoras de la Orden Teutónica, orden de monjes guerreros que luchó contra los principados rusos en el siglo XIII, siguiendo una bula papal que les autorizó a invadirlos para intentar la conversión de dichos territorios ortodoxos al catolicismo. Eisenstein recoge esta historia para hacer un paralelismo con la Unión Soviética de los años treinta y la amenaza nazi que se cierne sobre ella, la orden teutónica representa a los nazis, pero no solo a ellos, también a otros enemigos del estalinismo, como era la iglesia o la burguesía.



El film comienza mostrando los restos del campo de batalla de una gran victoria de los rusos contra los suecos en el rio Neva, mostrando la grandeza de un triunfo anterior del príncipe Alexander, frente a otro enemigo que intentó lo mismo que los alemanes, la invasión y conversión de los rusos. Aparece Alexander Nevski en el campo, viviendo de manera modesta, como un campesino más, cuando recibe la visita de un embajador mongol (otra nueva gran amenaza que se cierne), que le ofrece unirse a su gran y poderosa horda guerrera. Dicha oferta es rechazada por el príncipe de manera modesta pero a la vez orgullosa, con grandeza, demostrando su madera de líder del pueblo y líder de la nación, es una declaración de principios, es mejor morir por la patria que abandonarla.



Llegan a la ciudad de Nóvgorod noticias de la cruel invasión de los monjes guerreros, que van arrasando a sangre y fuego allá por donde pasan. Se nos presentan una serie de personajes del pueblo, pequeños héroes populares, que enseguida encuentran la simpatía del espectador, algo muy característico de Eisenstein, buscar héroes del pueblo con los que el espectador se identifique y se conmueva ante las desgracias que les ocurran. Esta presentación de personajes está llena de primeros planos, son caras de gente modesta, con arrugas, ancianos, mujeres, niños, son héroes cercanos que usan lenguaje popular y se comportan como podría actuar un soviético de los años 30.

Cambiamos de escenario y se nos presenta a los caballeros teutónicos. Su aspecto es frio, son como maquinas, con los rostros cubiertos por sus siniestros cascos, transmiten sensación de frialdad, crueldad, todo acompañado por la música de Prokofiev que les da un aire más terrible todavía. Podemos disfrutar de unos fotogramas magistrales de cómo han arrasado una ciudad a sangre y fuego , planos llenos de hogueras y cruces, en un homenaje a películas como “Juana de Arco” de Dreyer. Son planos que parecen prácticamente cuadros, al estilo de la escena de las escaleras de “El Acorazado Potemkin”, imágenes que transmiten la sensación de devastación y muerte que llevan los alemanes allá por donde pasan. El tiempo pasa lentamente en estas escenas, el montaje de Eisenstein se recrea en los gestos de sufrimiento del pueblo, contrastados con los  inhumanos alemanes y su frialdad. Las masas de rusos actúan en planos colectivos, mostrando gestos de miedo propios de escenas de cine mudo. El humo y las cruces están presentes en todo momento para dejarnos claro que el enemigo son los alemanes-nazis, la iglesia y sus cruces, y las hogueras que traen la destrucción. El punto culminante de estas escenas es cuando los caballeros empiezan a arrojar niños a una hoguera, mientras reciben la bendición de un siniestro sacerdote que parece un personaje malvado de un comic. Los alemanes actúan como autómatas deshumanizados, frente al pueblo que sufre, esto es típico en todo el cine de Eisenstein, es como la fila de soldados de las escaleras del Acorazado Potemkin, son una maquinaria que hace sufrir al pueblo. Eisenstein no tiene problema de mostrar violencia en su cine para conmover al espectador con el sufrimiento de los personajes con los que el espectador se ha identificado desde un primer momento.






Volvemos con el príncipe Alexander que recibe la visita de los burgueses de la ciudad que le piden que defienda Nóvgorod, a lo que él dice que lo hará por la patria rusa y que para vencer necesitan que se alcen los campesinos. Entonces suena la música de Prokofiev de nuevo, se canta “levántate en armas pueblo de Rusia”, y los campesinos acuden a defender Rusia. 


La batalla en el hielo es larga, trepidante, dura prácticamente 30 minutos pero no se hace para nada larga, mantiene en tensión al espectador, con momentos en los que el triunfo se decanta más hacia los invasores y en otros hacia los rusos, todo planteado en un modo de buenos y malos muy propio del teatro o del cómic. Comienza la batalla con la carga de los caballeros teutónicos, escena que marcó un antes y un después en la historia del cine, y que ha inspirado prácticamente todas las escenas de batalla del cine histórico posterior durante muchos años.

La carga de caballería de los malvados alemanes va acompañada de una música contundente y espectacular de Prokofiev, que crea un ambiente demoledor e impactante, y que sigue impactando incluso actualmente. Se realizó un montaje visual para dicha escena en doce planos, una vez que los planos tenían la fuerza dramática que buscaba el director, se añadió la música, el tiempo real pierde sentido en los films de Eisenstein, el montaje y la búsqueda de dramatismo son más importantes, una escena que a tiempo real duraría unos segundos puede durar 5 minutos para que se transmita todo el dramatismo que se busca. El montaje es brillante y ágil ,y la música está adaptada fotograma a fotograma a las necesidades dramáticas de cada momento, en un trabajo realmente magistral.


Finalmente la batalla se decanta a favor de los rusos, tras un combate entre nuestro héroe y el Gran Maestre de la Orden Teutónica, y la huida del invasor es acompañada de momentos cómicos protagonizados por nuestros héroes populares y una música cómica que nos cuenta que el desenlace ha sido el triunfo del bien, del pueblo, frente al invasor.

Otro momento muy destacado de este fin de la batalla es el hundimiento en el hielo de los alemanes, acompañado de efectos de sonido brillantes, incluso se atreve Eisenstein con un “Mickeymousing” (aprendido en sus viajes por U.S.A), cuando el último soldado se hunde en el hielo y se pone fin a la batalla.


"Quien a espada venga a espada  perecerá", dice el príncipe cuando ya el triunfo es definitivo, y se ha rendido homenaje a los mártires que han muerto por la madre patria rusa.. Se libera a soldados enemigos, ellos son campesinos también, obligados a luchas por los crueles caballeros germanos.

Y así se pone fin a esta gran película del cine soviético de los años treinta, quizás no la mejor de Eisenstein, pero una obra maestra en cuanto a uso del montaje y de la música en el cine.

ANTONIO JAVIER REGIDOR PUERTO

lunes, 18 de noviembre de 2013

Crítica de 'MI ENEMIGO ÍNTIMO' (1999) de Werner Herzog


“Nunca hubiera imaginado que alguien pudiera rabiar de esa manera durante 48 horas…”      
(W. Herzog)

El documental comienza con mucha fuerza, mostrando a un Klaus Kinski provocador en uno de sus famosos monólogos teatrales sobre Jesús. En ellos buscaba provocar e irritar a los espectadores, y a su vez el público acudía a los mismos para ver a Kinski desatado y en plenos ataques de ira. Insulta al público, desata su famosa coprolalia (tendencia patológica a proferir obscenidades) e incluso llega a amenazar con agresiones físicas a algún atrevido que le planta cara y niega que nuestro protagonista sea “El Mesías”.

Cambiamos de escenario y nos vamos a Múnich donde Werner Herzog nos enseña la casa donde convivió con Kinski en su infancia. Éste era un joven actor que pasaba hambre, penurias, y caminaba desnudo por la modesta pensión.  Los inquilinos le tenían miedo por sus ataques de ira y rabia. Herzog nos cuenta aquí algunas anécdotas en las que quedan reflejados sus ataques de rabia, como la del crítico teatral al que atacó con un plato de comida porque dijo que Kinski había estado maravilloso, a lo que el iracundo actor respondió gritando que su interpretación no era maravillosa sino soberbia y trascendental.  En otra ocasión, unas camisas mal planchadas provocaron que Kinski rompiera una puerta a cabezazos y gritara durante horas.



Volvemos a cambiar de escenario y Herzog nos lleva al río Urubamba, para iniciar un recorrido por los cinco films en los que ambos colaboraron. Aguirre, la Cólera de Dios (1972) era la sexta película de Herzog, que tenía en aquel momento 28 años. Kinski se había unido al proyecto lleno de entusiasmo, a través de una llamada telefónica de madrugada, llena de sus habituales gritos, en este caso de aprobación. La película contaba con un presupuesto muy modesto, y además no había ningún productor que se “atreviera” a invertir en este producto tan osado. El rodaje fue un auténtico caos lleno de inclemencias climatológicas, problemas con los extras indígenas, y ataques de ira de Klaus, a veces provocados para motivarle en su interpretación de un loco como Aguirre y a veces espontáneos e inesperados. Un momento muy conocido fue el enfrentamiento cuando Kinski reclamaba continuos primeros planos que le son negados por Herzog, a lo que Kinski dijo “estás loco” y fue respondido por el director “ya somos dos”. Se nos presenta también el testimonio de Justo González, que interpretó el papel de uno de los soldados españoles en la expedición de Aguirre, y nos relata cómo en una escena de saqueo llegó a ser atacado con un sable por Kinski, fruto de sus ímpetus a la hora de identificarse con el personaje, y a su ira incontrolada a partes iguales. Dice que Klaus odiaba a sus semejantes, se creía sublime, perfecto, estaba por encima del mal. Esa mentalidad le llevó a rechazar papeles ofrecidos por Truffaut, Visconti, Fellini... y en cambio lo más excéntrico e inesperado le atraía.

Durante el rodaje de la película Klaus amenazó con dejarla a medias, al igual que había roto anteriormente más de 30 contratos. Herzog amenazó con dispararle si se iba, lo que provocó los gritos de Kinski llamando a la policía, que se encontraba a mas de 450 kilómetros de distancia. Esto creó la famosa leyenda de que Herzog rodó el film amenazando de muerte a Kinski y apuntándole con un arma. Lo que sí que consiguió es una locura controlada del actor, ideal para conseguir un final sublime e hiperrealista de la película. Como señal de admiración ante su loco favorito, Herzog nos habla de algo que él denomina “el giro kinskiano”, una invención del actor, para aparecer delante de la cámara pegado a ella y girando para aparecer ocupando toda la imagen, en una especie de gesto torcido,lo que unido a su rostro tan tremendamente expresivo da una fuerza inigualable a la imagen.



A continuación Herzog nos habla de la admiración que tenia por Kinski desde adolescente por sus papeles, siempre exagerados, pero llenos de un gran espíritu de profesionalidad y de búsqueda de la perfección. Ambos se odiaban y admiraban a partes iguales,  no se podían ver pero no podía prescindir el uno del otro.

Llegamos al lugar de rodaje de Fitzcarraldo (1982), recorriendo el río Pongo, río de crecidas devastadoras, y en el que se rodaron escenas en las que el equipo de rodaje y el propio Kinski arriesgaron sus vidas. En las escenas del barco un cámara resulto herido al chocar la nave contra las rocas en una crecida del río, todo con un Kinski desatado y también mostrando su lado humano ayudando a curar al herido. Herzog, comparado con Kinski, nos parece sensato y razonable, pero es otro loco genial, en lugar de usar maquetas todas estas escenas del río se rodaron con un barco real y con extras indígenas,  viviendo a la intemperie, en plena selva. Uno de los indígenas fue picado por una serpiente, y se tuvo que auto amputar el pie. La reacción de Kinski ante esto fue protestar por cuestiones triviales, necesitaba ser el protagonista, entendía ese momento de la amputación como que le estaban robando protagonismo a él, lo mismo con una avioneta de miembros del equipo que se estrelló, y cuando todos esperaban noticias, él se desgañitaba protestando por un café demasiado frío. Es famosa la pelea que se rodó entre bastidores con Walter Saxer, jefe de producción del film. 





Por el contrario, la relación con la protagonista femenina, Claudia Cardinale, fue siempre muy cortés y cordial, para la actriz era todo un caballero, y con el que no tuvo ningún problema, aunque reconoce su carácter pasional e impulsivo. Por último, también comentar que se dice que un jefe indio ofreció a Herzog asesinar a Kinski, ya que los indios lo odiaban y le tenían miedo, oferta que el director declinó.

Después se rodaron Nosferatu (1979) y Woyzeck (1979), en el rodaje de esta última, que se desarrolló en la República Checa, Klaus coincidió con Eva Mates, para la que Kinski es el actor más profesional con el que ha trabajado, lo admira, lo respeta y dice que conectó con él con una gran intensidad. Cuando la actriz fue premiada en Cannes por su papel, Kinski, en lugar de estar envidioso la felicitó y mostró gran cariño y sensibilidad hacia ella. Aquí vemos la clara bipolaridad que muestra nuestro personaje.

La última colaboración fue en la controvertida Cobra Verde (1987), donde hay escenas memorables al más puro estilo Kinski, como cuando dirige el asalto al palacio del rey, totalmente desatado y con violencia real, encabezando unas masas de extras totalmente hipnotizados con su fuerza y carisma. La última escena que rodaron juntos es la escena final del film, metáfora del final de una época de colaboración entre ambos, con un Kinski agotado, derrotado, que se consume.



Klaus abandonó el rodaje antes de finalizarlo, estaba obsesionado con su proyecto de Paganini (1989), en el que ya no va a colaborar con Herzog, en mi opinión por desgracia, ya que podíamos haber tenido un sexto producto de calidad fruto de la colaboración de estos dos locos geniales. En cambio, Kinski solo y desatado hizo una película de grandes pretensiones que se quedó en una gran extravagancia, producto de muy difícil digestión, en el que Kinski dejó todas sus energías.

Dos años después este torbellino de la naturaleza murió de un ataque cardiaco en su casa de California, en 1991, a los 65 años.

Se odiaban, se amenazaban, pero en el fondo ambos eran conscientes de que se complementaban, se necesitaban, y colaborando salía a la luz lo mejor de ambos en cuanto a talento cinematográfico se refiere.

“Nunca eché de menos a Kinski, porque cuando murió la relación que había tenido con él ya había dejado de existir. Sin embargo, de vez en cuando me doy cuenta de que extraño a ese cabrón.” Werner Herzog.

ANTONIO JAVIER REGIDOR PUERTO

viernes, 7 de diciembre de 2012

Crítica de 'LOS DUELISTAS' (1977) de Ridley Scott



La película “Los Duelistas” está considerada como una de las mejores películas dentro de los films ambientados en la época napoleónica. Para mí, personalmente, es la mejor junto a la colosal producción "Napoléon” de Abel Gance, del año 1927.

Es interesante de observar en el film como en ningún momento aparece el Emperador Napoleón, pero pese a su ausencia esta producción es un viaje a través de casi toda la historia del Imperio Napoleónico, desde 1800, el período del Consulado, hasta el período después de Waterloo, la Restauración.

Austerlitz, Iéna, la campaña de la Península Ibérica, Rusia, Leipzig, el Imperio de los Cien Días, serán testigos de las aventuras de ambos personajes principales, Féraud y  d’ Hubert. Es una película de gran mérito, estamos ante la ópera prima del realizador Ridley Scott, que alcanzaría la fama posteriormente por películas extraordinarias como “Alien, el Octavo Pasajero” (1979), “Blade Runner” (1982), “Gladiator” (2000) “American Gangster” (2007) y  "El Reino de los cielos" (2005).


La historia está basada en una novela de Joseph Conrad, " El Duelo", aparentemente basada en una historia verdadera. El relato cautivó al realizador británico, que decidió llevarlo a la gran pantalla, contra todo pronóstico, ya que no parecía una historia muy adecuada para conseguir convertirse en una pelicula. Numerosos eran los obstáculos que tuvo que superar para ver su sueño realizarse, pero finalmente el rodaje salió adelante. Después de muchas anécdotas y dificultades “Los Duelistas” se presentó en 1977 con una acogida no muy entusiasta de parte de la crítica, aunque el film fue premiado como la mejor “opera prima” en el Festival de Cannes.

La película destaca y llama la atención por su magnífica fotografia. Ridley Scott mismo reconoció la influencia de otra película de época, “Barry Lyndon”, de Stanley Kubrick, obra en la cual la fotografía y la iluminación desempeñan un papel preponderante. El rodaje de “Los Duelistas” se efectuó totalmente en exteriores y en escenarios auténticos, dando esto en todo momento mucha mayor credibilidad a la película.


Las interpretaciones de Harvey Keitel y Keith Carradine son magníficas, ambos completamente identificados con sus personajes, ambos con personalidades completamente opuestas y peculiares, llenas de matices. Los actores secundarios también realizan un gran trabajo, detrás está claramente la mano de Ridley Scott que sabe sacar lo mejor de los actores en sus trabajos.

Argumento:
En Feraud (Harvey Keitel) encontramos un adepto ferviente y fiel al Emperador, que no vacila en ofrecer su vida para el honor de Napoléon. En una de sus mejores escenas hasta no vacila en autodenunciarse voluntariamente a las autoridades represoras del bonapartismo como un defensor ardiente del Emperador. En cambio d’Hubert  (Keith Carradine), su antagonista, es ecléctico y se adapta a los cambios políticos, primero defiende al Emperador, pero después de la abdicación de Fontainebleau  él prefiere una vida tranquila y conseguir formar una familia antes que implicarse en nuevos combates por ideales, es el momento de la vuelta del Emperador de la isla de Elba, en la escena en la que él rechaza la vuelta al ejército.

Feraud es de temperamento apasionado, llevado por sentimientos extremos, lleno de espontaneidad, descaro, ciega valentia,  mientras su adversario es al contrario, pleno de reflexión, diplomacia, busca la paz y prevenir los conflictos por el diálogo y las buenas maneras. Es una lucha de la cabeza contra el corazón, el coraje contra la reflexión. La ofensa frente a una dama que sufre a Feraud en su espíritu y su código de honor es inaceptable, y su espíritu colérico y apasionado le hace batirse en duelo con D’Hubert.

Este incidente da lugar a 20 años de confrontación entre ambos oficiales, que van progresivamente aumentando su graduación y batiéndose en duelos que por unos motivos u otros no solucionan su enfrentamiento. Para Feraud el honor es su motor vital, solo superado por su fidelidad incondicional a Napoleon, y esa defensa de su honor llega a convertirse en una obsesión enfermiza. D’Hubert también es un hombre de honor, pero honor entendido de una manera mas racional y reflexiva, es un choque entre dos distintos modos de entender la vida.

Ambos son Húsares, orgullosos de pertenecer a este cuerpo de caballería, caracterizado por el honor y valentia de sus componentes, por ello es tan importante para ambos demostrar que son auténticos caballeros, y ocultar sus dudas y sus miedos (que en Feraud parecen ausentes, mientras que en D’Hubert son patentes). Imposible negarse a pelear o batirse en retirada, ambos aceptan un compromiso de honor que acabó por convertirse en una relación de odio pero a la vez de  respeto y de admiración del uno al otro, como se muestra en la escena magnífica de la campaña de Rusia dónde unen sus fuerzas con una causa común contra los terribles Cosacos, en medio de un paisaje de desolación  que muestra el derrumbe del imperio francés.
¡Oid! Este bosque apesta a cosacos, quiero voluntarios, ¡oid! Grita Feraud en una de las mejores escenas de la película.


La manera como se muestra la aventura de Napoléon en Rusia es simplemente genial, con soldados congelados y con quemaduras en la cara que parecen realmente auténticas en un gran trabajo de maquillaje. Sin duda esta escena es una joya estética plena de drama y de realismo.

Podemos considerar esta película como una metáfora de las Guerras Napoleónicas, donde Napoléon  es Feraud y D’Hubert es Europa. La escena final es de una brillantez sublime, con Harvey Keitel convertido en un verdadero Napoléon que escudriña el horizonte, está devastado e impotente, es un hombre de honor atrapado en un cuerpo donde el honor murió. Es una escena  totalmente inolvidable, su rostro ajado es un icono del cine de época de los años setenta.


Detalles técnicos:
La fotografía, el escenario natural y la banda sonora son inigualables en esta escena, una escena vista por muchos como una de las mejores de la filmografía de Ridley Scott.  A lo largo de toda  la película la unión de la música y la fotografía es sugestiva y permite introducir al espectador en la atmósfera de Europa napoleónica en los principios del siglo XIX.

La banda sonora de Howard Blake, es de gran belleza y tremendamente acertada en todo momento. Consta de piezas militares, toque de tambor y  las marchas imperiales, las piezas sinfónicas también están presentes, una melodía principal es repetida en varios momentos, teniendo como base un sonido de flauta que ayuda a crear una atmósfera intima y melancólica.


La película es de pequeño presupuesto, pero un punto fundamental de la inversión fue en el diseño de trajes, los uniformes son unas copias exactas de los uniformes auténticos de la época, incluso se observa la evolución de los mismos en el paso de los años en la narración, esa rigurosidad al detalle es de agradecer en films de época como éste. Incluso los cortes de pelo evolucionan, desde las típicas y llamativas  trenzas de los Húsares en 1800 hasta peinados mas convencionales y sobrios en la Europa de 1815. Hasta los combates son completamente realistas, hubo un gran trabajo de entrenamiento en esgrima con profesionales, en sable y florete y en disparo con armas de época, para que todo resultara lo mas autentico posible.

“Te declaro muerto, haz el favor de comportarte como uno frente a mí”: esta es la sentencia a muerte de Feraud, D’Hubert ha ganado.  Feraud termina siendo prisionero de su propio honor, sin futuro, es una vida pararela a la de su idolatrado Napoleón.
Si no se hubiera estrenado “Barry Lyndon” dos años antes, “Los Duelistas” se consideraria hoy en día una obra maestra.

ANTONIO JAVIER REGIDOR PUERTO