Estamos ante un film muy interesante sobre superación,
amistad, lucha y perseverancia, dirigido por Jean Pierre Améris, autor que ya
había tratado temas similares en un film de muy buena factura como ‘La Vida ’ sobre enfermos
mentales. Pero quizá podamos decir que con esta 'Marie Heurtin' se
supera, y logra una obra emocionante y conmovedora que va a tocar la fibra
sensible de todo aquel espectador al que le gusta ver cine "de
sentimiento".
Es una película en cuyo visionado recordaremos inevitablemente
otros films como ‘El Pequeño Salvaje’ o ‘El Milagro de Ana Sullivan’, con las
que encontraremos ciertos paralelismos. El argumento gira en torno a la
historia basada en hechos reales de una niña sorda, muda y ciega que en 1895
ingresa en el Instituto Larnay, institución religiosa regida por monjas
especializadas en el cuidado de niñas sordas. La familia de la pequeña Heurtin
prácticamente la entregan asilvestrada en la institución, donde en principio no
es aceptada, hasta que la tenacidad de la hermana Margueritte (interpretada por
la ganadora de un César Isabelle Carré) convence a la Madre Superiora de
aceptar a esta niña, a pesar de su devastador estado.
La niña está interpretada por la niña sorda Ariana Rivoire,
que realiza una gran interpretación, a la altura de un gran reparto que hace
creíbles y emotivos los distintos personajes. También es destacable la banda
sonora de Sonia Wieder-Atherton, solemne y cercana a la vez, sabiendo
transmitir en cada momento grandes sensaciones al espectador. También destaca
sobremanera la gran fotografía de Virginie Saint-Martin, llena de luz, colorido
y optimismo, que nos hace creer en que la lucha de la hermana Margueritte
tendrá éxito.
Poco a poco vamos viendo cómo Margueritte se esfuerza en
cuerpo y alma por conseguir progresos con la niña, y no desvelamos más, sólo
diremos que la historia se vuelve emotiva por momentos según nos vamos
dirigiendo al final, donde todo espectador sensible (como me ocurrió a mí
mismo) acabará derramando alguna lagrimita. Margueritte vive un calvario
personal en esta lucha por sacar adelante a la niña, pero está dispuesta a todo
para conseguirlo. El olfato, el tacto, son los instrumentos de los que disponen
y estos sentidos lo inundan todo durante este combate por dar la pequeña Marie
una vida mejor.
El lenguaje de signos es clave en el film. El uso de los
sentidos es un aprendizaje para el propio espectador sobre cómo debemos saber
apreciar lo que tenemos y aprovecharlo. Esta película es un canto a la vida, al
esfuerzo, a la tenacidad y a la amistad, al dar desinteresadamente y a la
búsqueda de la felicidad en un mundo lleno de vida y muerte alrededor.
ANTONIO JAVIER REGIDOR PUERTO
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