miércoles, 17 de agosto de 2011

JÓVENES OCULTOS (THE LOST BOYS, 1987) de Joel Schumacher


En 1987 reaparece otra vez el mito por excelencia del cine de terror, el vampiro, seductores de la noche, en algunos casos claro, pero esta vez encarnado en un grupo de adolescentes de un pequeño pueblo de California llamado Santa Carla, ciudad cuyo índice de violencia  es anunciado a diestro y siniestro.

Por aquella época y tras el visionado de la cinta quién no soñó por aquellos entonces en pertenecer a la cuadrilla al mando de un jovencísimo e inmortal Kiefer Sutherland, quién no quiso ser Michael, el bueno, el guapo y ligarse a la bella de la película, o combatir el mal a través de un trío de muchachos a lo Van Helsing cuyos métodos e instrumentos en la caza del vampiro fueron adquiridos a través de unos meros cómics. Es película de culto para algunos.

En su época y tras un nuevo visionado después de 24 años de su aparición hace gala de no haber envejecido tan mal, más quisieran muchas otras de la época pasar el corte y el paso del tiempo. Pues esta es una de ellas. Película de Joel Schumacher que en los tiempos que corren podría hacer frente a esa saga tan sobrevalorada, noña e insulsa apta para jovencitas, es decir, Crepúsculo (2008, Catherine Hardwicke). Nada tiene que envidiar a esos bodrios de la actualidad sobre vampiros, excepto Déjame entrar (Tomas Alfredson, 2008).   

 
Esta cinta sobre jóvenes de ida y vuelta, pasados de rosca, cuyo lema es agradar por encima de todas las cosas es una mera historia comiquera de vampiros adolescentes cuya estética es inconfundible de marcado estilo ochentero, de corte rockero, medias melenas, crestas, chupas de cuero, motoristas sin cascos, gamberros, fiestas nocturnas en la playa… cuyo resultado es: una excelente película bastante aceptable que se deja ver, una banda sonora que en la actualidad suena bastante bien, como por ejemplo People are Strange de The Doors. Recomendable también la canción Cry little sister. Gran maquillaje de los vampiros y una buena mezcla de suspense al principio de la película, terror en la escena de la matanza en la playa para ver el grado de compromiso de Michael con el grupo, pequeñas dosis de humor y la aventura, para dar caza y fin a los dueños de la noche son señas de un film nada malo. Aunque la resolución sea bastante precipitada, pero hoy en día se sigue haciendo.


El reparto es bastante bueno. Podemos ver a unos jovencísimos Kiefer Sutherland en el papel de David, líder de los vampiros, Jamie Gestz interpretando a Estrella y Jason Patric, como Michael, ejerciendo de hermano mayor, Corey Feldman (de Los Goonies [1985, Richard Donner]) y a una veterana como es Dianne Wiest, toda una madraza.

Todo esto y el buen paso de los años hace que esta cinta sea para algunos una obra de culto. La frase de la película:  ¡¡¡Mi hermano se ha convertido en un vampiro de mierda!!! ¡¡Verás como mamá se entere!!!”.

MIGUEL ÁNGEL ACOSTA RODRÍGUEZ

3 comentarios:

Lo que Coppola quiera: Blog de cine dijo...

No me gusta ni la estética ni el director. Creo que paso.
E. MUÑOZ

Anónimo dijo...

Es para nostálgicos y fans. MIKI

Lillu dijo...

Hola! A mí me gusta mucho esta peli :) La volví a ver hace unos días en un ciclo de vampiros ochenteros y pensé que habría envejecido mal, pero en absoluto, me volvió a encantar. Y la banda sonora, genial!

Para ver pelis de vampiros que no hayan soportado bien el paso del tiempo es mejor ver (o no ver) "Noche de miedo", jaja. Ésa sí que da miedo de lo mal que ha envejecido :D

saluditos