miércoles, 27 de noviembre de 2013

Crítica de 'LA HORA INCÓGNITA' (1963) de Mariano Ozores




Esta es una película extraña en muchos sentidos y por varias razones. La Hora Incógnita aborda un tema un tanto peculiar dentro del cine español y el artífice de todo ello es Mariano Ozores (sí, el mismo). El nombre del director es de sobra conocido y en una primera aproximación nos sorprende que en los créditos aparezca aquello de escrita y dirigida por tan inefable director. Desde el inicio en la estación de tren abarrotada por una masa abigarrada y pánica, asistimos a un despliegue de medios y a una  puesta en escena  muy alejada, pero mucho, de lo que  posteriormente el director entendería por hacer cine.Si dejamos de lado su posterior filmografía, nos encontramos con un director que sabe colocar la cámara, una fotografía impecable y más de un plano más que interesante y visualmente atractivo (la presentación del borracho saliendo de las entrañas de la tierra). En suma una factura técnicamente notable que habla cara a cara con el cine americano y europeo de aquel momento.



La Hora Incógnita se acerca a las consecuencias de un cataclismo nuclear, un  argumento en aquellos años, y en posteriores, muy en boga y más que raro en el cine español de la década de los 60. Cuando la mayoría de los directores colocaban el trípode hacia los problemas internos del país, Ozores tiene la osadía de preocuparse por los misiles nucleares. Y ese es un gran punto de partida, ya que España no sería ajena a una posible guerra nuclear, lo que ocurría es que tanta miseria social, política y cultural, no daba para  ocuparse de  temas más globales.



Una ciudad de provincias debe evacuarse a toda prisa debido al inminente impacto de un misil nuclear,  a partir de esta premisa Ozores se centra en la desesperación por escapar de unos personajes rezagados por uno u otro motivo. Y es aquí donde la película hace aguas y cae en lo inverosímil, los diálogos trascendentalistas y una elevada dosis de moralina. Los protagonistas, inmersos en una angustiosa  búsqueda por la salvación,  son gente fuera de los cánones sociales: un borracho, un ladrón, una prostituta, un prófugo, unos adúlteros,… Redimirán sus pecados esperando su final rezando arrodillados en la iglesia , que aunque sea un final ridículo visto hoy en día no hay que pasar por alto  el año de producción y el lugar de origen. Algunas  justificaciones por la permanencia en la  cuidad de los personajes  tras la evacuación  que nos ofrece el director-guionista, son infantiles  e  ilógicas;  una familia  que no quiere abandonar su hogar construido con mucho esfuerzo, un policía por su elevado sentido del deber, unas ancianas beatas  para chismorrear sobre la vida de sus vecinos ; esto último rayando el humor absurdo. Otras, sin embargo interesantes para la trama principal, Ozores pasa de puntillas. Da la impresión que el director quiere realizar una película seria y adulta pero su vena cómica y avocada a la moraleja se lo impide.



El reparto con Enma Penella, José Luis Ozores, Luis Prendes, Fernando Rey, Mari Carmen Prendes y Elisa Montes entre otros grandes, no podía ser mejor aunque algunas interpretaciones denoten perdición en tan confusa motivación para sus personajes. Los actores eran de lo mejor del gremio,  y eso salva a una dirección escasa y limitada.  Destacamos el trabajo de José Luis Ozores en el papel del borracho, el resto, como cabe esperar de tales pesos pesados de la interpretación española, está correcto pero sin florituras. Salvo  Antonio Ozores, que no entendemos mucho su participación en la película dejando de lado sus vínculos sanguíneos. Se esfuerza por ponerse dramático pero su único registro, el cómico, aparece en los momentos menos adecuados a lo largo de la película; véase el monólogo del cura (Fernando Rey), con un Antonio Ozores en segundo plano en el que parece que se vaya a arrancar con aquello de no hija, no.



La Hora Incógnita  en su estreno fue un fracaso estrepitoso de público. A la crítica,  siempre disonante, le gustó y hasta recibió algún premio. Y desde luego no es extraño porque formalmente es fruto de un director con capacidad técnica, subyace  una idea novedosa en el panorama audiovisual y con algún acierto  narrativo (la elección en la iglesia por quién será el elegido para huir  con la moto del cura). Sin embargo Mariano Ozores se va  por las ramas y el propósito de entretener y pensar se diluye. No en vano la película, con un presupuesto de 6 millones, supuso el cierre de la productora de la familia Ozores. Posteriormente  el director reflexionaría sobre este asunto y sus consecuencias en su obra: me prometí que nunca más haría una película que a mí me gustara, sino que haría películas que gustaran al público. A partir de ahí he hecho el cine que ha interesado al público, que ha funcionado. Aunque es una excusa un tanto fatua, aun así  nunca sabremos,  si de tener éxito de taquilla La Hora Incógnita, que camino hubiera tomado la  denostada carrera de Mariano Ozores.

JUAN AVELLÁN

1 comentario:

Maruca dijo...

A mi modo de ver la mejor película de Mariano Ozores,una obra curiosa y llamativa. Con unos intérpretes de la categoría de Emma Penella, Carlos Estrada, Luis Prendes y Carlos Ballesteros. No es una mala película, pero eso sí, hay que situarla en su contexto tiempo, de ahí esa gran dosis de spanish moralina. Los que hayan vivido esos años saben lo que quiero decir...