1. adj. Méx. Dicho de una persona: Que tiene los cabellos
rubios. Que tiene la piel blanca. U. t. c. s.
Así, con esta aclaración del significado del título,
comienza este film mexicano premiado en Berlín como mejor opera prima y en
San Sebastián como mejor película latinoamericana. También ha sido reconocido
en su país de origen con cinco premios Ariel, incluido el de la mejor película.
¿Qué nos encontramos al visionar este debut en pantalla
grande del ex director teatral Alonso
Ruizpalacios? Pues nos encontramos ante una película de una factura
exquisita, cuidada al detalle, innovadora, de planos imposibles y
experimentales en sus momentos más brillantes. Es una película que juega
con los silencios, con los sonidos que invaden dichos silencios y con el
contraste entre momentos de reflexión y momentos de acción.
Partimos de una trama argumental muy sencilla: Santos y
Sombra viven en un apartamento desganados y desencantados con todo. El
apartamento se encuentra en lamentables condiciones, incluso sin luz. Un día
reciben la visita de Tomás, el hermano de Sombra, al que su madre ya no
soporta más. Con su llegada los tres van a iniciar un viaje en busca de un
viejo rockero mexicano olvidado, Epigmenio
Cruz, al que nadie recuerda, pero es muy importante para ellos porque era
escuchado por el padre de Sombra y Tomás.
El argumento es sencillo, pero la búsqueda que inician los
personajes como hemos dicho es compleja y llena de diálogos y momentos que
provocan la reflexión sobre el ser humano y la existencia misma. Es una
película mucho más visual que de diálogo, pero las interpretaciones son muy
cuidadas y dan un toque frío pero cercano a la vez a los personajes, tal como
busca el director. No es una película de fácil consumo, es una largometraje que
invita a a la reflexión y al disfrute del derroche visual e imaginativo que nos
regala Alonso Ruizpalacios.
También tenemos que decir que puede resultar aburrida en
algunos momentos, el ritmo es intencionadamente lento en el desarrollo de la
acción y el peculiar sentido del humor que se despliega puede no resultar
atractivo para todos los públicos. Aquel que busque una película con un
desarrollo fácil y convencional puede resultar decepcionado y aburrirse, en
cambio es recomendable para el que busque un producto creativo e innovador, no
una cinta de consumo rápido.
Rodada en un impecable blanco y negro, cuenta con una
sencilla pero muy solvente fotografía, uno de los puntos fuertes del film,
junto a ese contraste de sonidos y silencios del que hablábamos tan
peculiar, y que junto a los juegos de cámara y la experimentación en cuanto a
tipos de planos sorprenderá al espectador. La crítica social también está
presente, ya que la acción se desarrolla durante una ficticia huelga de
estudiantes, reflejo de las huelgas y movimientos sociales tan habituales
en México y Latinoamérica en general. Se nos presenta el contraste entre la
lucha política y la devastadora desgana del joven que está desencantado con
todo en el mundo en el que vive. Nuestros protagonistas se muestran apáticos
ante esta huelga ("Estoy de huelga
de la huelga", afirma Sombra), pero durante la película veremos
cómo va modificándose este sentimiento, paralelamente al avance de su búsqueda
de Epigmenio, el rockero desconocido y moribundo.
No desvelaremos como se desarrolla la búsqueda del rockero
olvidado, dejamos al espectador que vea el film y saque sus conclusiones, unos
se aburrirán, otros la disfrutarán ampliamente, es cuestión de gustos.
"Epigmenio Cruz
está chingón. Una vez hizo llorar a Bob Dylan"...
ANTONIO JAVIER REGIDOR PUERTO
ANTONIO JAVIER REGIDOR PUERTO
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