Polonia año 1939. Un grupo
de teatro polaco ensaya Gestapo. Una
escena de la obra representa un despacho
de gerifaltes alemanes , entra Hitler (Tom
Dugan), todos saludan a lo nazi
y el führer contesta “ Heil a mí
mismo “. Esta secuencia extraída de Ser o no ser define el espíritu de la
película dirigida por Lubitsch. Satirizar sobre temas tan peliagudos como la
Segunda Guerra Mundial , la resistencia y el Nazismo es tan peligroso como
ingenioso porque puede provocar en el
espectador filias y fobias . Sin embargo Lubitsch realiza su trabajo de manera audaz e inteligente. No es fácil satirizar un episodio
tan triste de nuestra historia y
menos convertirlo en una comedia redonda
y plagada de situaciones y diálogos memorables. Ser o no ser no es solo sátira , también es allanar
el camino para que fluya la reflexión ; la idea evidente es caricaturizar a esos presuntos amos de Europa pero subyacen otros temas como el antimilitarismo, el autoritarismo o la
fe inquebrantable en el líder (impagable la manera de despachar a los dos pilotos del avión nazi en el que huye la
compañía teatral). A todo lo dicho hay que sumarle el ánimo por transgredir con tan poco: María
Tura (Carole Lombard) aparece enfundada en un vestido de noche y el
director de escena de Gestapo le
recrimina “¿ese es un vestido para un campo de
concentración?”. Hay frases dentro del guion que pueden herir
sensibilidades pero la creación
artística no está, al menos en teoría, para
atender a lo políticamente correcto ni para paliar las susceptibilidades más extremas; no se puede contentar a todo el
mundo y un claro ejemplo es lo que le
ocurrió a Chaplin y su Gran Dictador (1940), obra que comparte con Ser o no ser el mismo espíritu ácido
e irreverente.
En Ser o no ser el discurso ridiculizador se vertebra alrededor de unos personajes bien
construidos y perfilados ; el ególatra y
cornudo Joseph Tora (Jack Benny) que protagoniza junto a un soldado polaco (Robert Stack ) una de las secuencias más
hilarantes de la película, Carole Lombard
, de la que en un principio Lubitsch no confiaba mucho en su
capacidad cómica pero que resulta ser una pieza imprescindible , como Maria
Tora , esposa casquivana y primera figura de la compañía teatral, y un plantel
de inmejorables secundarios, contribuyen para que Ser o no ser se convierta en una comedia clásica y necesaria en el
panorama fílmico. Y es que Ernest
Lubitsch además de rodearse de un reparto excelente, y en continuo estado de gracia, demuestra un
gran conocimiento de las técnicas interpretativas como se refleja en la dirección de actores. No se ajusta
únicamente a la mera representación o parodia sino que les confiere una dimensión, a la que
no estamos acostumbrados ver
todos los días.
Ser
o no ser no es solo una comedia irreverente sobre el totalitarismo, es una pequeña gran
joya que su director y su reparto pulen secuencia a secuencia . Y como dice
unos de los personajes que observa como las tropas nazis hieren su orgullo con
la ocupación de Polonia “desgraciadamente van a protagonizar una
comedia representada por ellos mismos" , suerte que tenemos a Lubitsch para
contarlo.
JUAN AVELLÁN
JUAN AVELLÁN
3 comentarios:
Mejor suerte que El gran dictador corrieron La vida es bella y The producers tratando con humor la II Guerra Mundial. Es un tema muy delicado y, de hecho, a no todos (especialmente a quienes están relacionados con la guerra o tienen familiares que lo están) les gusta que este tema se trate de manera humorística.
No puedo estar más de acuerdo Antolín, pero como bien sabrás la intención de Lubitsch era que se podía hacer comedia sobre cualquier tema, incluso de uno tan delicado . Y por ello no estuvo exento de feroces críticas .
Elegancia extraordinaria, de insólitas situaciones que rozan el surrealismo puro y duro
Cien minutos de toque Lubitsch, dicen los expertos. Cuestiones tan vitales como ser o no ser cinéfilo, dependen de ello.
Magnífica comedia ácida con un reparto que lo borda.
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